Niño Gordo. Solo el nombre ya despierta la curiosidad, ¿verdad? Y créanme, es tan delicioso como suena. Hoy vamos a sumergirnos en el universo de este restaurante que es la sensación del momento, uniendo lo mejor de los sabores asiáticos con el encanto de Buenos Aires.
Prepárense para un viaje culinario que desafía la imaginación y hace que el paladar baile con platos audaces y un ambiente inolvidable. Tomen su tenedor y vengan conmigo, vamos a desvelar los secretos de Niño Gordo, el diamante gastronómico en el corazón de Argentina!
La Saga Gastronómica de Sitz y Peña
¿Conocen a Germán Sitz y Pedro Peña? Si no es así, es hora de aprender más sobre estos chicos, verdaderos superhéroes del universo culinario de Buenos Aires! Esta aventura gastronómica en la que estamos a punto de embarcar es totalmente gracias a ellos. Desde 2014, este dúo dinámico ha estado sacudiendo las papilas gustativas y Niño Gordo, bueno, es la cima del Everest para ellos. En consecuencia, el lugar está siempre lleno de gente y solo en una red social tiene más de 150 mil seguidores. ¿Están triunfando, verdad?
Niño Gordo: Un Oasis de Sabores Inesperados
Pero, ¿qué es Niño Gordo? Me preguntas. Bueno, es uno de esos lugares que se sienten en el alma, ¿sabes? Es un restaurante que hace una mezcla loca, pero extremadamente deliciosa, de sabores orientales con nuestra querida comida porteña. Y no termina ahí, porque la decoración parece haber salido de una película que ganaría fácilmente el Oscar al mejor diseño de producción, con detalles que remiten a Asia mezclados con el corazón palpitante del ritmo porteño.
Niño Gordo es mucho más que un lugar para deleitarse con platos increíbles, es un espacio para conectarse con una experiencia culinaria completamente nueva y sorprenderse a cada bocado. No importa si eres una persona aficionada a la gastronomía asiática o si tu contacto más cercano con ella fue a través de un paquete de fideos instantáneos de pollo, el hecho es que, en Niño Gordo, todo el mundo es bienvenido para aventurarse en este festival de sabores!
Pero, antes de que empieces a empacar para embarcarte en esta aventura, ¿qué tal si te dejo mostrarte un poco más de este oasis de sabores inesperados? Te garantizo que te va a encantar, ¡ven conmigo!
Templo del Umami: Niño Gordo por Dentro
Siguiendo adelante, vamos a hablar del lugar en sí. Cada rincón del Niño Gordo es un capítulo aparte. Y, como en un buen libro, cada capítulo ofrece una experiencia diferente y notable!
Salón
El corazón de Niño Gordo es, sin duda, el salón. Con sus mesas cómodas y sillas acolchadas, es donde los comensales pueden disfrutar del menú a la carta. Y, créanme, cada plato vale la pena ser saboreado en este ambiente.
Patio
Luego, tenemos el patio, un lugar con un encanto propio. Por tener mesas y sillas bajas, es una opción diferente para aquellos que quieren una experiencia más casual, aunque sofisticada. Aunque está sujeto a los cambios climáticos, es una opción increíble para esos días calurosos porteños.
Barra y Cocina a la Vista
Para quienes aman ver el proceso de creación de un plato, el área de la barra con cocina a la vista es una atracción por sí misma. Se aceptan reservas para hasta dos personas aquí. Ver a los chefs en acción, preparando el menú a la carta, es una experiencia inolvidable.
Vereda
Por último, pero de ninguna manera menos impresionante, llegamos a la vereda. El lugar donde nos instalamos para nuestro banquete al aire libre. ¿Conoces ese ambiente de película, con luces rojas que crean una atmósfera encantadora y desenfadada? Esa fue exactamente la vibra que captamos. Sin reserva, era la única opción disponible, pero terminó brindándonos una noche encantadoramente típica argentina.
Un consejo de amiga: si tienes una experiencia específica en mente, reserva con antelación. Niño Gordo siempre está lleno y no es difícil entender por qué. Pero, independientemente de dónde decidas sentarte, ¡la magia estará garantizada!
¡Y no pienses que la magia de Niño Gordo se acaba cuando tienes que ir al baño! Sí, hasta ir a hacer pipí (o número 2 ┐(‘～`;)┌) es una experiencia allí! Te juro que el hermoso inodoro parecía tener más botones que un panel de control de la NASA. Confieso que mi mayor audacia fue… pulsar el botón del inodoro. No sé, podría ser que uno de esos botones activara un Transformers. Entonces, dejo esa misión para ti, ¡pruébalo y dime!
Y si crees que ya lo has visto todo, espera hasta ver el lavabo. Allí, un dragón de bronce sirve como grifo, vertiendo agua por la boca en un flujo constante. ¡Hasta lavarse las manos se convierte en una aventura épica en este lugar!
Un Sabor Inesperado: Embarcándose en la Aventura Culinaria
Para Comer
Ahora, hablemos de la razón principal de nuestra visita a Niño Gordo: la comida, ¡por supuesto! Es una parrilla asiática que ofrece una mezcla de sabores del Oriente con la comida porteña. Platos de la cocina coreana, china, vietnamita y tailandesa se encuentran con un toque argentino, creando una fusión culinaria realmente única.
Además, allí, los menús rotan en períodos cortos, siempre incluyendo nuevos platos para representar la riqueza de esta cocina. ¿Y el resultado? Una explosión de sabores en cada plato que te hará volver siempre por más.
Decidimos por los platos Kara Age, Katsusando y una porción de kimchi para acompañar!
El Kara Age era delicioso, con el pollo crujiente por fuera y jugoso por dentro, complementado perfectamente por la salsa verde vibrante.
El Katsusando fue una grata sorpresa, con el filete tierno y sabroso, envuelto por el pan brioche tostado y una deliciosa salsa tonkatsu. ¿Y el kimchi? ¡Ah, el kimchi! Era todo lo que esperábamos de esta delicia coreana: picante, sabrosa y con ese toque agrio perfecto.
Para Beber
Sobre la coctelería de Niño Gordo, es un espectáculo aparte. Con influencias Tiki y clásicas, utilizan licores y destilados provenientes de Asia como Sake, Shochu, licor con extracto de bambú, destilado de raíz de Ginseng, makgeolli y whisky japonés. Nuestra elección fue la Pedro Piña, hecha con ron, licor de melocotón y coco, y piña, servida en un adorable vaso en forma de panda. Y sí, una vez más voy a alabar porque estaba deliciosa, muy equilibrada y refrescante. ¡Fue la elección perfecta para acompañar la comida!
Niño Gordo es el tipo de restaurante que podrías encontrar en cualquier región de Asia, pero que, por una feliz coincidencia, nació en Palermo. Es un lugar que celebra la diversidad y riqueza de la gastronomía asiática, mientras se fusiona armoniosamente con la cocina porteña. ¡Una experiencia gastronómica inolvidable que recomiendo encarecidamente que vivas!
Niño Gordo entre los Mejores de América Latina
Pero, espera, que el viaje por el universo de Niño Gordo no se detiene ahí. Como resultado, en 2022, este lugar fantástico hizo historia al ser listado como el 75º mejor restaurante de América Latina. ¿Y quién se atrevería a cuestionar esta clasificación cuando fue el premio Latin America’s Best 50 Restaurants, de la respetada revista británica Restaurant, el que la concedió?
¿Te apetece conocer Niño Gordo? Aquí está dónde, cuándo y cuánto
¿Entonces, te apetece disfrutar de la experiencia Niño Gordo? ¡Te daré toda la información necesaria! La dirección es Thames 1810, C1414DDL, Buenos Aires, Argentina, muy fácil de encontrar. Pero, presta atención al horario de apertura, para no correr el riesgo de encontrarte con la puerta cerrada, ¿vale?
Ubicado en la calle Thames, 1810, en Buenos Aires, Argentina.
Durante los fines de semana (sábado y domingo), abren para el almuerzo de 13:00 a 17:00 y, para la cena, de 20:00 a medianoche. Durante la semana, vas a tener que comer más tarde, ya que solo abren de 20:00 a medianoche. Ah, un consejo importante: los lunes el lugar está cerrado, ¡así que no intentes ir!
- Lunes: Cerrado
- Martes a Viernes: 20:00–00:00
- Sábado: 13:00–17:00 y 20:00–00:00
- Domingo: 13:00–17:00 y 20:00–00:00
En cuanto a los precios, son muy justos por la calidad que vas a recibir. Fuimos 3, costando alrededor de $8 (ocho dólares), en la cotización del dólar blue del período, por persona. ¡Vale cada centavo! Ve con el corazón abierto y el estómago vacío, la experiencia será increíble, ¡lo prometo!
Completando la Ruta Gastronómica del Niño Gordo
Espero que hayas disfrutado tanto como yo descubriendo las maravillas de Niño Gordo. Para mí, fue una verdadera revelación, una explosión de sabores que me llevó en un viaje épico a través de las maravillas de la cocina asiática, en el corazón de Buenos Aires. De hecho, la verdadera belleza de la comida es mucho más que algo para satisfacer el hambre. Es una experiencia, arte, forma de expresión… ¡Y Niño Gordo es un excelente ejemplo de ello!
Entonces, ¿ya estás listo para embarcarte en este viaje culinario? ¡No dejes de contarme todo sobre tu experiencia allí! Me encantará saber qué te pareció y cuáles fueron tus platos y bebidas favoritos. Como siempre, ¡hasta la próxima aventura gastronómica!
